Jaén, preciosa... ¿y limpia?

En los últimos tiempos siento gran orgullo, como jaenera, cuando veo a nuestra ciudad los fines de semana. El centro está precioso y lleno de vida. Qué lejos de aquella errónea imagen que publicó, hace un par de años, aquel influencer, que se sorprendía porque en nuestras calles no había un cristo a las cuatro de la tarde, un día que el termómetro marcaba casi 40 grados a la sombra. Ahora es cuando debería visitarnos y comprobar lo animadas que están nuestras calles, bares y cafeterías. Hay que reconocer que los políticos que gestionan los asuntos de nuestra ciudad se han puesto las pilas, al menos, los del negociado del esparcimiento, embellecimiento y actos lúdicos. Sin embargo, hago un llamamiento, a quien corresponda, para que sea consciente de que, toda actividad que se desarrolle en la vía pública, y que entrañe consumo de bebida y comida, trae consigo, irremediablemente, suciedad en las calles. Y, si la presencia de los ciudadanos en el evento en cuestión, es numerosa, la basura acumulada es proporcional a aquella. No es de recibo, que los domingos, o los días posteriores a la celebración de los conciertos, zambombás, procesiones, cuando llegue el momento, o cualquier otro evento de similares características, de los numerosos que se están celebrando en las principales arterias del centro de Jaén, como es Bernabé Soriano, Plaza de San Francisco, Plaza de la Constitución, Deán Mazas y Pósito, se encuentren, sencillamente, asquerosas, a las once de la mañana, cuando la ciudadanía y los turistas que nos visitan, han salido a desayunar, a misa o a hacer deporte. Debiéramos aprender de otras ciudades en las que las calles del centro de la ciudad son limpiadas, inmediatamente, aunque ello suponga contratar el servicio de limpieza nocturno, o bien, que nuestro consistorio hago uso de sus medios sancionadores, para obligar a los establecimientos de hostelería, a dejar impolutas las vías públicas. Y, finalmente, apelo, también a quien corresponda, a la instalación, en análogas circunstancias, de los imprescindibles aseos portátiles, de igual manera que se han colocado en la Plaza de la Constitución, para que también se instalen en el resto de zonas donde se han colocado barras de bebidas, si no queremos encontrarnos al día siguiente, las calles arteriales, como el callejón de Las Flores, invadido por los efluvios de los orines y vómitos de la noche anterior. Que la modernidad de nuestra ciudad no aminore la limpieza de la misma.