Jaén, ayer

03 oct 2019 / 08:52 H.

Entrados ya en el mes de octubre, “La brisa de la Alameda” cumple 31 años de existencia. Es mucho o es poco tiempo, según se mire. Pero, sí creo que 31 años es una edad que ya va pidiendo cierta madurez, que exige una reflexión y tal vez un replanteamiento de los puntos de vista. No siempre se goza de la clarividencia para saber cuál es el camino más acertado para poder ser útil a la sociedad, a la ciudad y a las gentes que se aman. Esta duda no la percibo sólo en mí. A lo largo de la historia, se encuentran numerosos nombres de escritores llamados costumbristas que se dedicaron a hablar del Jaén de ayer, del Jaén del pasado. Nombres ilustres como Alfredo Cazabán, Manuel Mozas Mesa, Rafael Ortega y Sagrista y otros más. Es bonito y conveniente que los ciudadanos de cada época conozcan la vida que les tocó vivir a sus antepasados. Yo mismo, en mis “brisas”, lo hago. 31 años después, me planteo la pregunta de por qué ni yo, ni todos esos escritores costumbristas de ayer y de hoy, no nos preocupamos con más intensidad de hablar, encarar, o tratar de descubrir el Jaén de mañana. Ya que los políticos, elegidos y cobran para eso, no lo hacen, los que escribimos y opinamos públicamente sí lo deberíamos de intentar. Ya se dice que una cosa es predicar y otra dar trigo y no todos los que tenemos la oportunidad de poder comunicarnos diariamente con la ciudadanía, a través de un medio público, como yo lo hago en Diario JAÉN, tenemos la sabiduría de poder predecir el futuro, pero sí podemos intentar poner granitos de arena, pequeñas piedras, para que colaboren a la cimentación de ese futuro. A nuestra manera, a veces, lo intentamos aunque estamos convencidos de que este intento es como predicar en desierto. El pasado está construido y no admite rectificaciones. Hay que construir el futuro pensando en la juventud. Nuestros descendientes no pueden hablar del pasado, porque son jóvenes, pero aún tienen menos esperanzas de hablar del futuro. ¿Qué hicimos para crear esta desesperanza? Sinceramente, pienso que hicimos mal demasiadas cosas y otras que no, porque no tratamos de hacerlas. Me llama la atención el eslogan del PSOE para esta campaña electoral: “España, ahora”. Y todos estos últimos meses de olvido ¿Qué? En fin, no deja de ser, como el de los demás, mera propaganda.