Hora del reencuentro
El pasado sábado volvimos a pisar el césped del campo de rugby de Fuentenueva en Granada, justo enfrente de nuestra Escuela, hace 50 años lo inauguramos con un partido contra Arquitectura de Madrid, que en aquel tiempo lideraba la liga española en su máxima categoría, perdimos el partido, pero ganamos un futuro que entonces no podíamos imaginar para este deporte. Sí, se me saltaron las lágrimas cuando vi la cantidad de chavales entre 12 y 16 años que el sábado inundaban el césped. Algunos de ellos nietas y nietos de los que celebrábamos el 50 aniversario del entonces recién fundado Arquitectura Técnica de Granada Club de Rugby, heredero natural de Aparejadores, nombre con el que luchábamos por los sucesivos trofeos Rector de entonces. Los reencuentros a determinadas edades son lo suficientemente emotivos y satisfactorios como para decidir que el próximo no será a los 60 sino a los 52. Abundaron los abrazos y los recuerdos de mil anécdotas que hicieron del evento un día inolvidable, y como no a esta edad algunos ya nos aguardan en un campo de juego más azul que verde, se echan de menos. Y terminamos con un gran tercer tiempo en el que no faltó la cerveza. También aquel germen llegó a Jaén y nos sigue haciendo felices. Gracias, amigos del rugby.