Historia a la carta

11 sep 2019 / 08:50 H.

Quienes me conocen bien saben que siempre procuro tomarme los dramas con un tono de comedia de humor, porque de otra manera no ganaría para pañuelos porque no cesaría de llorar al contemplar cómo va el mundo, como lo manejan y manipulan quienes tienen intereses particulares que defender y ganancias que acumular. No son sólo los políticos quienes tiñen las cosas con el color que les conviene, hay otros individuos que, aprovechando esta marejada, quieren sacar tajada y aumentar sus ganancias sea como fuere, aunque sea reescribiendo la historia de España a su antojo y conveniencia. Inaudito, incomprensible e intolerable, pero es lo que está sucediendo a juzgar por las recientes noticias que hablan de la actitud impresentable de las Comunidades Autonómicas que han intentado con toda su influencia cambiar los textos de los libros escolares de una forma vergonzante. Siempre se ha dicho que la historia de las guerras la suelen escribir quienes las ganan y han de pasar muchos años para conocer la verdad. Bueno pues ya no es la historia de las guerras sino la de cualquier acontecimiento histórico la que se quiere cambiar o silenciar para que los niños crezcan en la más absoluta confusión e ignorancia. Algunos pretenden suprimir de la historia a los Reyes Católicos y otras comunidades —ya no es solamente la catalana— intentan también poner y quitar de los libros aquello que les conviene. Por estos pagos andaluces la preocupación es incluir en la historia con caracteres extraordinarios el tambor rociero, que tiene su importancia pero que no se supone que sea básico en la educación escolar de un niño, como tampoco lo sería la flauta de Bartolo, que también fue muy famosa en mi infancia, cuando los chiquillos cantábamos aquello de “Bartolo tenía una flauta/ con un agujero sólo/ y a todos daba la lata/ con la flauta de Bartolo”. A pie de calle, con su esfuerzo diario, su talento, hay personas que hacen historia. Todos los seres humanos tenemos una historia, aunque unas sean más interesantes que otras. La historia de José Cózar, el pintor baezano, está llena de testimonios de arte creados durante más de medio siglo de dedicación a la pintura. Vive entre Valencia y Baeza y ahora Pepe está en su tierra con un motivo muy especial, porque mañana, jueves, será descubierta en una céntrica calle baezana una placa que llevará el nombre del pintor José Cózar. Enhorabuena.