Héroes anónimos

Los mayores héroes en la historia de la humanidad son desconocidos. Hicieron su labor tan bien, que la sociedad ni siquiera les llegó a conocer. Incluso, en muchos casos, fueron tratados co- mo agoreros y locos.

Mientras los telediarios ponen el foco en lo que está pasando, los héroes viven en el mundo de lo que no está pasando. Hoy no hay un incendio, ayer no hubo una pandemia y antes de ayer no hubo una guerra porque alguien o algo desconocido evitó que ocurriera. Los no muertos no abren el telediario y no ponen en Instagram que han vuelto a nacer.

El héroe anónimo prohibió la barbacoa que no provocó un incendio. Eliminó el estilo de vida que te predisponía al infarto que no tuviste. El ecosistema sano nos salvó de la pandemia que no hubo. El héroe anónimo gasta dinero y esfuerzo en medidas preventivas que no sirven para nada porque luego nunca pasa nada.

Las medidas draconianas para prevenir del cambio climático serán vistas como un fraude si tienen éxito. Prohibió seguir contaminando, para nada. Y si no lo tienen, el héroe entonces será quien invente un aparato para poder vivir en Marte, con vídeos de la tierra en realidad virtual y sin poder quitarte el traje espacial ni para tener sexo.

El destino del héroe anónimo es el olvido. Si tiene éxito, nadie lo sabrá. Y si no lo tiene, le cul- pabilizaremos de no haber actuado más y mejor. La sociedad actual se cimienta sobre miles de héroes y heroínas anónimas, sin las cuales el ser humano no hubiera llegado hasta aquí. Un aplauso desde mi balcón por tan ingrata labor.