Hay muertos aquí

No, no es el título de una película de zombis, son las palabras que Nerea, una joven de Paiporta, le dijo a la reina, pidiéndole más ayuda para salir de la situación en la que se encuentran muchos pueblos tras el paso de la DANA. En una frase tan corta, tan concisa, se recoge la enorme tragedia que ahora mismo están viviendo miles de españoles. Porque esto está sucediendo aquí, en España, en nuestro país del primer mundo, no en alguna de esas naciones pobres y lejanas que, a veces, se asoman a las noticias, como el caso de aquella niña colombiana a la que se iba tragando el barro poco a poco, ¿la recuerdan? Yo nunca pude apartarla de mi memoria. El mismo barro que ha cambiado la fisonomía de las calles, que ha inundado las miradas de la gente y ha ahogado sus corazones. Los testimonios que nos llegan son sobrecogedores, provocan un nudo en nuestras gargantas y el deseo de ayudar, también despiertan nuestros miedos más ocultos. Nada podía detener a los ríos tras la tromba de agua ni evitar las pérdidas materiales, la fuerza de la naturaleza es imbatible, pero se podría haber hecho mucho más antes, durante y tras las riadas para evitar tantas pérdidas de vidas humanas. Hay muertos aquí y, aún, no sabemos cuántos.