Hablemos del ferrocarril

    01 jul 2019 / 11:51 H.

    Hablemos de ferrocarril, hagámoslo con datos y alejándonos de cuestiones sesgadas, de mero uso partidario y partidista. La realidad del tren en Jaén es deprimente. Solo, demos gracias, nos salva el tránsito de trenes de mercancías procedentes, o con destino, de Algeciras y Huelva, y seguro que, si alguna vez termina por ser realidad el Corredor del Mediterráneo, no nos quedará ni eso. La llegada del AVE a Granada no es más que una nueva puñalada, mucho ruido pero no cambia el destino que parece nos tienen preparado. El problema de Jaén es una falta de inversión para modernizar trazados, electrificar lo que aún no lo está, poner en servicio trenes con horario, precios y paradas.

    Se intentó, con la construcción del Cambiador de Alcolea, hacernos creer que ya teníamos acceso a la Red de Alta Velocidad. Era una gran mentira, baste remitirse a los hechos, dicho equipamiento lleva fuera de servicio años. Tan acostumbrados estamos a que nos tomen por tontos que enseguida olvidamos que, para ir a Cádiz y Sevilla, desde Jaén hay que ir por Red Convencional o bien bajarse en Córdoba y esperar que pase el primer tren AVE que nos lleve a destino.

    Tenemos cuatro trenes por sentido que nos comunican desde la capital con el centro y el occidente andaluz, no está mal, ni siquiera tienen malos horarios, aunque circulando por un trazado con un siglo de antigüedad no queda más que asumir velocidades incomprensibles para el siglo XXI. Eso sí, olvidamos y omitimos que esos trenes, de Media Distancia, y conveniados con la Junta de Andalucía, no hacen parada ni en Mengíbar, Villanueva de la Reina o Marmolejo, será porque sus habitantes no tienen derecho, son de tercera división. Más paradójico aún es que el primer tren que sale de Jaén no tiene enlace oficial con el AVE que sube hacia Madrid por apenas 7 minutos, los que llega más tarde a dicha estación, con lo que el viajero hacia Madrid ha de esperar media hora a que llegue el siguiente.

    Desde la Comarca de Vilches Linares y La Loma no es posible ir a Sevilla, Córdoba o Málaga por las mañanas, simplemente porque alguien decidió que no hubiese trenes para poder hacerlo.

    No voy a entrar en el desacierto que supuso cerrar el Puente Genil a Jaén en 1985, eje central que daba servicio a ese Jaén interior y enlazaba con la línea hacia Málaga. Tampoco vale la pena restregarse las heridas por lo que supuso 1992 y la desaparición de todos los expresos nocturnos (en Europa no solo no desaparecieron, están en auge) y las relaciones transversales con el Levante, Cataluña País Vasco y Cantabria.

    Nos quedaba el cordón umbilical con las hermanas Almería y Granada. Hoy solo el Talgo de Almería a Madrid circula por ese cordón. Cuando suprimieron el Media Distancia de Granada a Linares Baeza ya se intuía el presente.

    Decidieron los políticos que por Jaén ya no pasarían trenes y lo consiguieron (quizá porque los dos partidos que han gobernado hasta ahora son conocedores de Jaén y sus cosas, sabían que callaríamos, acataríamos y, aun así, seguiríamos votándoles) Por eso un consejo, tanto al PP como al PSOE, no insulten nuestra inteligencia, la situación actual viene marcada por su acción de Gobierno, la de ambos. La realidad es tozuda, los datos están ahí, no quieren que los jiennenses tengamos futuro, y no hay nada como eliminar los trenes para usurpar el porvenir de toda una provincia.

    A veces me pregunto si nos consideran tan malos que lo único que hacen es mero castigo; puede que simplemente nos estén utilizando como un experimento de un modelo económico, la creación de una gran bolsa de desempleo a la que solo la salida de la emigración le de un poco de aire.

    El caso es que la realidad es la que es, y no tiene visos de ir a mejor. Cualquier mejora necesitará de años para ponerla en servicio, y ese es nuestro hándicap, siempre estamos años luz del resto del territorio andaluz. Sevilla está lejos, muy lejos, y Madrid ya ni te cuento.