Guasear no viene de Whatsapp

Se guasean algunos de que la cuarentena española sea de catorce días, e indefinida la de Wuhan. La ignorancia es muy atrevida, y contra ella viene bien el siguiente decálogo: Primer punto: aprender a hablar. Segundo punto: aprender a callar. Fin del decálogo. Sí, ni una cuarentena tiene que ser de cuarenta días, ni un decálogo de diez puntos. Adolecemos, y me incluyo, de formación sobre nuestro propio idioma, utilizamos nominar para expulsar, cuando significa seleccionar para un cargo o para un premio; aventurar no es predecir, sino decir algo arriesgado; tétrico no es siniestro ni terrorífico, sino triste o melancólico; y morbo no es disparar el atractivo sexual sino tener interés malsano, una atracción hacia acontecimientos desagradables o una enfermedad. O sea "Me aventuro a que no le nominan porque lo tétrico le da morbo" no significa "Mi predicción es que no lo expulsan porque lo siniestro le pone" sino "Me arriesgo diciendo que no le dan un premio porque las cosas tristes le generan una desagradable atracción". Aprendamos a hablar, y especialmente a callar, no vaya a ser que seamos tildados de menguados, que no significa encogidos sino tontos.