Gibraltar español y Jaén, de quién

Hasta los ingleses se van de todo, porque para eso son ingleses, muy suyos ellos; nosotros dejaremos de tomar té o de comprar ‘rolls royce’, como graciosamente está poblada de memes internet con la salida de la Gran Bretaña de Europa y lo que eso supone. Para ellos que vuelven a ser una isla donde la City financiera ya no será como hasta ahora, dicen los expertos y nosotros nos quedamos tan panchos, y para nosotros, ay Dios, el desastre que nunca podía llegar y ha llegado. “Gibraltar español”, gritamos ahora que al no ser europeos ni Bruselas ni Berlín ni París podrá salir en su defensa. ¿Y Jaén, de quién? se apresura a decir el “señor Jota” como si fuese un gañán ‘aguafiestas’ hoy que vuelve a brillar la democracia porque podemos decidir Gobierno... “Cuando votemos por tercera vez, me lo decís”, escupe sarcástico el “señor Jota”.

Nada, no hay noticia de trascendencia en el mundo que le venga bien a Jaén, ni una solica, lamenta ensimismado el “Señor Jota” con su botellín mañanero apegado a su mano. Es así como mejor se disecciona la actualidad, se ajustan cuentas con el vecino y se apechuga con la escasa culpa de uno, que si todos asumiéramos las propias, ‘otro gallo nos cantaría’. Es verdad, cierto, llevan razón, lo del Brexit no es culpa nuestra, aunque carguemos con miles de millones en desastre y ‘lo que te rondaré, morena’ cuando las subvenciones vuelen porque a menos recaudación entre los países ricos, menos reparto para los pobreticos del Sur. Con todo, y hablando de cantar y contar, cual Pedro en la última cena, somos capaces de negar tres veces nuestra propia idiosincrasia, hecha a borbotones de melancolía (‘quien no llora no mama’ y aquí se llora para adentro), aderezada con chupitos de olvido (‘ojos que no ven, corazón que no siente’ y en Jaén sufrimos del cuello de mirar a otro lado) y, también, nuestro adn más rancio y auténtico, está impregnado de jirones de necesidad (‘aceite y aceituna, a veces mucha, otras ninguna’ y ‘más vale pájaro en mano que ciento volando’, que es como decir “ancha es Castilla’ o ‘sálvese quien pueda’). En fin, que al “señor Jota”, cuando le dan estos ataques de resquemor y resopla para adentro se acuerda siempre de Bernardo López, poeta de Jaén, maldito por ser revolucionario y republicano (siglo XIX, con un par) y su cántico a la libertad: “Sagrada libertad, tuyo es mi canto;/ feliz mi pensamiento, te adoraba/ aun antes de nacer (...) llegué a la tierra, al borde de mi cuna/ tronó el cañón; la sangre de tus hijos/ desde la guerra salpicó mi frente;/ y al despotismo fiero/ levantarse hacia ti (...) y arrebatado/ lloré, porque aprendí trémulo al verte (...) que tu amor en la tierra/ se paga con sepulcros a la muerte”. Libertad amigo Sancho “por la libertad, así como por la honra, se puede aventurar la vida”.