Feliz Navidad

Que ya estamos en Navidad no lo dicen solo las luces navideñas, que por cierto no lucen en mi barrio. Lo dicen las risas de los niños jugando en las calles, los petardos y cohetes, y ese descanso al estrés diario para ser felices unos días, también lo dice la felicidad que reflejan las caras, los escaparates, las reuniones de amigos y compañeros que quieren desearse lo mejor al menos una vez al año. Y debo decir que en mi barrio nos sobran las luces navideñas porque lucimos por nosotros mismos, que no faltará toda la Nochebuena el cante de villancicos de mis vecinos, la gran familia que une mi barrio cada Navidad con voces rotas por festejar la llegada del Señor, zambombas, panderetas, la botella de anís como improvisado instrumento musical, y los mutuos deseos de felicidad, rotos entre lágrimas, para esta Navidad y Año Nuevo. Este es mi barrio que no necesita luces, solo buenas personas como las hay. Las luces navideñas solo son para las zonas ricas, el casco antiguo parece que no las merece. Pero mi especial recuerdo hoy es para quienes no tienen compañía, están enfermos, duermen en las calles o simplemente no pueden celebrar la Navidad porque no tienen ni qué comer o les falta la ilusión. ¡Feliz Navidad a todos!