Falsedad total

Yo hago lo que me da la gana! Magnífica declaración de intenciones acorde con la impronta libertaria que se nos predica. Uno tal vez pensaría que deriva de la acracia anarquista, tan dada a la creencia en que “tó er mundo es bueno” y como tal se comporta sin necesidad de normas, leyes y demás corsés que la sociedad impone. Siendo así tal vez se entendiese, pero ¡ay, amigo!, que no, que no andan los anarquistas en esto, que quien lo dice es una persona que detenta poder y forma parte de sus estructuras opresoras, que quien esto grita es alguien que debiera representar la “ley y el orden” cosa que tiene a gala. O sea que diciendo aquello no debiera decir esto. Claro que “su” libertad queda en este lado ordenado y “su” ley y orden se entiende como muro y contención de la libertad de los otros. ¿Pero qué autoridad se tiene cuando se cuestionan las normas? ¿Cómo van a aplicarse si uno defiende lo que se pone al inicio, o es que unos tienen todo el derecho y otros no? Hay que tenerla muy dura para en tan poco discurso demostrar el tremendo engaño en que se basa.