Estertores de occidente

No sé si vamos siendo conscientes, pero como le sucedió a la civilización romana cuando en el año 64 d.C. su propio Emperador Nerón prendió fuego al símbolo de aquel poder inigualable, comenzando su declive, a la nuestra ya se le ven claramente las costuras y un nuevo orden mundial está no solo en ciernes, sino galopando desde el oriente de Euroasia. Me temo que el mundo como lo conocemos no lo reconocerán nuestros nietos, tocándole vivir otro sistema y modo de organización social y político, dado que como la Historia nos ha mostrado, todo pasa, nada perdura, y es más que probable que occidente, como hasta ahora lo venimos conociendo, también mute, con riesgo elevado de nuevas víctimas, algunas de las cuales ya lo vienen padeciendo de la mano de la pretenciosa Rusia, quien quiere quedar bien posicionada en el nuevo tablero que sin duda gobernará China. Eso, si es que una tercera guerra mundial —nuclear—, no deja espacio a nadie en este mundo, forzando a la Humanidad a volver a las cavernas y ahí, sálvese quien pueda. Es obvio que hombre no ha aprendido nada repitiendo el empeño de mutar desde la barbarie, la guerra y la muerte.