Estampas del ayer ubetense

    17 mar 2017 / 11:17 H.

    En Úbeda, durante el pasado siglo, había dos establecimientos y un oficio que desaparecieron dejando honda huella. Recuerdo a los limpiabotas deambulando por los portalillos de la Plaza Vieja, con su caja negra y dos almohadillas y visitando dos de sus sitios preferidos: El Bar Victoria y el Café Daniel. El primero estaba en los portalillos de la Plaza de Toledo y tenía dos puertas: La central, en la plaza, con una terraza cubierta; y otra, en la calle Don Juan. Hoy es una entidad bancaria. El segundo tenía dos entradas por diferentes calles. En Mesones estaba su amplio bar, atendido por camareros con su negra pajarita al cuello. La otra estaba situada en la calle Gradas, con su pequeño bar y un salón amplio y acogedor con espejos y cómodos sillones. En el fondo, había un pequeño escenario, donde se producían diversas actuaciones semanalmente. El primero, pasó a ser una lujosa zapatería; el segundo, cerró hace años, tras ser local de ocio. En ambos locales ofrecían sus habilidosos servicios los betuneros mientras dialogaban con los clientes, contándoles chistes y anécdotas. Los tres se esfumaron pero siguen perviviendo en la memoria de los mayores.