Espionaje 21
Estas líneas no van de película de intriga, pues según se me confirma en diversos círculos es una realidad, cada vez más arraigada y frecuente. Y es que me cuesta trabajo creerlo. Tiene relación con los móviles. Me juran y perjuran, me aseguran que es totalmente cierto... Ejemplo: hablas, comentas, opinas sobre esto o sobre aquello, sobre la posibilidad de adquirir este producto, aquel electrodoméstico, ese automóvil... Pues, sorpresa, recibes información, propaganda, marcas, variedades, precios sin haberlos demandado. Los que se supone estar más puestos en esto de las redes o de la técnica te explican que si esto o si lo otro... Pero los que somos unos catetos (dígase mejor unos anticuados), no nos lo creemos, aunque haya evidencias de veracidad. Pero todo estos tiene menos importancia. Lo más preocupante viene ahora, que nos muestra lo más deshonesto de los seres humanos. Esto, en siglos pasados, sería delito.
Pues vamos al grano. Para evitar confusiones, vamos a numerar a los figurantes: 1, el acusador; 2, el correveydile; y 3, la víctima. El 1 no es protervo, pero tiene demasiado larga la lengua. Critica por vicio social, pero sin maldad retorcida. El 2 es un cuco; tira de la lengua al 1, que es ingenuo y bocazas. Y el 3, antes o después, se entera de lo que dice el 1, a través de la información malintencionada del 2.
Alguno pensará que esto ha ocurrido siempre. Bueno, pues sí, pero... antes quedaba en chismorreos, en trivialidades, a las que no se hacía caso, o se disimulaban dependiendo de los protagonistas. Pero ahora...
El número 2 es un experto en el uso de la telefonía móvil. Con una destreza y teatralidad coloca el teléfono sobre la mesa, simulando que espera una llamada, cuando, realmente, le ha dado a una tecla para grabar la conversación. Ancha es Castilla ante la candidez inexperta del 1. Así quedaría el asunto si el 2 no fuera tan malvado de ir con la grabación al número 3. Conozco, para mi pesar, a algunos que hacen uso de estos adelantos, que, en algunos casos, han deshecho viejas y entrañables amistades. El espionaje, que ha existido siempre, se ha infiltrado en lo cotidiano. Ea...