Es que esa pava no ponía

    18 mar 2016 / 09:20 H.

    A propósito de la cantidad de noticias con las que cada día nos amargan la existencia algunos de nuestros pícaros representantes, no todos, porque generalizar es algo que no es justo, me viene a la mente una historia que nos relataba un amigo muy querido y muy sabio. Los protagonistas eran el párroco de un pueblo y un monaguillo que siempre lo acompañaba. Volviendo en una ocasión de decir la misa en una aldea cercana, el primero cogió una pava de uno de los vecinos y se la llevó a su casa. Como el mejor maestro es don Ejemplo, en la primera oportunidad que se le presentó el monaguillo hizo lo mismo. El sacerdote poniendo el grito en el cielo le afeó su conducta y le recordó que era pecado robar. Al tiempo de soltar el animal le recordó: ”Pues usted hizo lo mismo el otro día”. La respuesta de don Ejemplo fue contundente: ”Pero es que esa pava no ponía”. No conozco nada mejor para explicar de qué manera haciendo lo mismo nos quieren convencer de lo contrario. Uno se lleva un billete de doscientos euros y otro dos de cien y no es lo mismo. Sería igual para los pazguatos que nos quedamos de piedra viendo cómo nos hacen comulgar con ruedas de molino, (o eso creen ellos), pero para los que están supuestamente a nuestro servicio, todo depende del manejo de los medios de comunicación. Que me da igual quien sea y de qué ideología sea, que me da igual que me saquen el dinero del bolsillo izquierdo o del derecho, pero no me da igual que un universitario cobre unos cientos de euros trabajando ocho horas al día mientras sus pícaras posaderas se llevan, malversan o como quieran llamarle, cientos de millones de euros, miles de millones de euros. Que ustedes están puestos ahí para servirnos, que para eso les pagamos. Que si un funcionario cualquiera cobra su nómina y punto, ustedes cobran la suya y otro punto. Es que no son casos puntuales, ni un día sí y otro no, es a diario y es indignante. Está visto que los papeles en esta triste película están perfectamente repartidos y calculados, unos cuidamos las pavas y otros recogen los huevos.