Equinoccio de otoño

Acabamos de entrar en el otoño y por aquello del equinoccio y del caluroso verano que hemos pasado debo hablar de mi profesión la Arquitectura Técnica. El pasado jueves día en que dejábamos atrás el verano para entrar en el otoño, celebramos un acto de convivencia de los profesionales en Jaén destacando y homenajeando a los compañeros que han cumplido 25 y 50 años con la profesión, así como a los jubilados, ocasión en la que recordé el conocido como Milagro de la Luz que según nos dice Google “Es el rayo divino que viene a colarse por una de las ventanas del templo de San Juan de Ortega para pasearse durante ocho minutos a lo largo del capitel de la Anunciación, un prodigio de iconografía que luce sus ocho minutos de gloria cada seis meses”. Obra de aparejadores, los de los replanteos y el control de calidad y luego nos dicen que no tenemos competencias en materia de conservación del Patrimonio, cuando el Patrimonio lo hicimos nosotros. Es como decirle al ebanista que no sabe arreglar la silla que salió de sus manos. Ahora tenemos otro reto, seguir conservando el Patrimonio y dotar a nuestras viviendas de los sistemas necesarios para un adecuado y necesario ahorro energético, estamos ante una oportunidad única, la aplicación de los fondos Next Generation para rehabilitar nuestras viviendas, hagámoslo.