“En mi casa
mando yo”

    03 abr 2019 / 10:55 H.

    Durante el pasado Foro de Directivas Andaluzas se subrayó la importancia de que las mujeres ocupen puestos directivos en las empresas y en las instituciones, ya que en Andalucía tan solo 24 de cada 100 lo son. Es fundamental el papel que éstas desempeñan en las organizaciones, puesto que las empresas con paridad en el ámbito corporativo son más rentables y exitosas. La Ley para la Igualdad efectiva de mujeres y hombres recomienda que las empresas intervengan en el asunto y les insta a alcanzar una presencia equilibrada de mujeres en sus consejos de administración. Sin embargo, después de doce años la realidad es muy distinta y las mujeres siguen ocupando puestos de segunda fila a pesar de sus capacidades. La diversidad de género es necesaria en los equipos directivos pues los enriquece con visiones heterogéneas pero complementarias, propiciando empresas diversas e inclusivas, donde se valore el mérito sin que el género presuponga un impedimento en su promoción a un puesto de alta dirección. Son muchas las que dirigen en la sombra de una cúspide masculinizada, lo que me recuerda a Woddy Allen cuando decía: “En mi casa mando yo, pero mi mujer toma las decisiones”.