El tiempo pasado
fue mejor

No recuerdo en mis años de vida percibir tanta crispación, tanto desencuentro, tanta división, tanta discusión no solo a nivel de los políticos, sino a nivel de la calle, como he visto en los últimos días en España. Lo cierto es que hoy en día, los ciudadanos de a pie somos más partícipes de todos los procesos que suceden en el mundo a diferencia de otros tiempos, y la información que recibimos nos hace formarnos una opinión que defendemos en algunos casos, no solo con uñas y dientes, sino con todas las armas que nos ayuden a convencer, por las buenas o por las malas, de nuestras ideas. Queremos convencer al contrario sí o sí. Recuerdo siendo yo un niño como mi padre tenía buenos amigos de tendencias políticas opuestas a las suyas, y sin embargo, conversaban amigablemente de cualquier tema sin crispación porque era más lo que los unía que lo que los separaba. Hoy en día, la gente de ideas políticas diferentes, discuten y se insultan por las redes sociales. Solo les falta citarse para batirse a duelo. Qué pena, qué asco. En este tema tengo claro que cualquier tiempo pasado sí que fue mejor.