El Santo Rostro

    06 sep 2025 / 09:15 H.
    Ver comentarios

    En el corazón de la Catedral de Jaén se custodia una de las reliquias más enigmáticas de la cristiandad: El Santo Rostro. Según la tradición, es el paño con el que una mujer llamada Verónica enjugó el rostro de Cristo camino del Calvario, quedando grabado en el lienzo su semblante. Una imagen sagrada que, desde el siglo XIV, descansa en la capital del Santo Reino. Pero lo que debería ser objeto de fe indiscutible se convierte en un enigma. ¿Cómo llegó realmente a Jaén? Algunos cronistas medievales aseguran que lo trajo un caballero templario; otros sostienen que fue un regalo papal; y no faltan quienes lo relacionan con oscuros traslados durante la Reconquista. Se dice que hubo intentos de robarlo. Y que quienes osaron tocarlo quedaron cegados por un resplandor imposible. Desde entonces, el paño se muestra solo en ocasiones solemnes, entre un silencio que pesa más que las campanas. ¿Milagro auténtico o copia medieval astutamente orquestada para atraer poder y devoción? Nadie lo sabe. El Santo Rostro sigue observando en silencio desde su relicario... como si esperara el momento de revelar su secreto.

    Articulistas
    set (0 = 0)