El “puttering”
Estamos rodeados, como en las películas del Oeste cuando atacaban los indios. Y de este ataque no se salva nadie. No viene ningún 5º de Caballería a rescatarnos. Esta vez no nos acosan esos indios del cine, sino los anglicismos. Se posicionan estratégicamente en nuestro idioma y sus equivalentes en castellano dejan de ser usados. Black Friday, Halloween, Cyber Monday, Christmas, Online, Smartphone, Password, Banner, Link, E-Book, Runner, Pen-Drive, Coach, entre otros muchos. Ahora, toca el turno a “putering”. Hace referencia a realizar pequeñas tareas sin prisa ni presión, disfrutando del proceso más que del resultado. También a holgazanear. En nuestro idioma se dice: tranqui, colega, que no se escapa el tren. O vísteme despacio que tengo prisa. En una sociedad que glorifica la hiperproductividad y la utilidad, el “puttering” ofrece un respiro, una invitación a desacelerar y reconectar con “il dolce farniente” (la dulce ociosidad) que dicen los italianos. Es eso, el arte de no hacer nada como cuando se contempla un paisaje, liberándonos de la presión cultural por lo útil. Es la opción de “vaguear intencionadamente”. Es igualmente un disfruta con lo que haces mientras lo haces. Un saber vivir, vamos. Los angloamericanos y su afán por lo útil, descubren el mediterráneo del no hacer nada. Qué cosas.