El presidente

23 ene 2018 / 09:02 H.

No hace tanto tiempo que yo escribía en este espacio que, tal y como estaban las cosas en este país, y el oscuro futuro que nos aguarda a los jubilados, estaba dispuesto a independizarme. Era, y es la moda, esto de autoproclamarse separatista. Se necesitan pocos requisitos para ello, solo cosas baladí como ser tonto de capirote, un iluminado, un obseso o, simplemente, una persona sin ley ni orden. Solo reuniendo todos estos condimentos se puede seguir pensando en que Cataluña se va a separar de España. Y los que están empecinados con esta idea no atienden a razones. Tal vez para tratar de que recuperen el buen juicio, una plataforma comunitaria, nacida también en Cataluña, intenta proclamar la independencia de la por ellos bautizada como Tabarnia, que persigue la separación de Tarragona y Barcelona de Cataluña si llegase a proclamarse la república catalana en alguna ocasión.

Ya se sabe que esta idea es una farsa, una broma, ni más ni menos, como la que ambicionan los verdaderos separatistas. Esta plataforma está utilizando en sus peticiones, las mismas razones que exponen los independentistas de verdad. Se trata de poner frente a los ojos de los separatistas un espejo para que se vean reflejados y comprendan sus sinrazones. Esto empezó como una broma en las redes sociales, pero va tomando cuerpo, consistencia y ya existen muchos millares de firmas que respaldan esta iniciativa. Y es más, Tabarnia ya tiene presidente, encarnado en Albert Boadella. Un presidente que fue investido telemáticamente porque estaba exiliado fuera del país. Una parodia muy seria de esa ficción que pretende el separatismo catalán. Albert Boadella es un catalán muy conocido. Actor, dramaturgo y director hasta el año 2012 de la compañía de teatro independiente “Els Joglars”. Un hombre que fue perseguido y hasta encarcelado en la dictadura y que está abiertamente contra el separatismo y que destacó siempre por la tajante defensa de las corridas de toros. Lo cierto es que lo que empezó siendo una parodia irónica del separatismo se está convirtiendo en la mayor pesadilla de Puigdemont y sus secuaces, porque está abriendo los ojos a más de uno de los que ya estaban convencidos.

Existe en la redes un vídeo con el discurso de Boadella al ser investido presidente de Tabarnia que yo recomiendo que vean. Yo, al menos, me divertí mucho.