El peligro de la digitalización

La digitalización es un proceso tan necesario para nuestras empresas y sociedad en general como lo es el coche y el avión para viajar. Pero lo necesario siempre acaba teniendo sus peligros, al menos uno como más importante. A mediados del pasado siglo aparecieron las agencias de publicidad. Se encargaban de incitarnos a los deseos de poseer aquellos objetos publicitados. Sin embargo lo podías evitar, con un pequeño acto de voluntad. Ahora, tus datos, que continuamente estás ofreciendo a través del móvil, mientras lo tengas abierto y operativo aunque no hables ni lo manipules, se hallan a disposición de empresas que en virtud de tus hábitos, te “obligarán” a comprar aquellos productos de tus deseos, te hagan falta o no. Esta monitorización psicológica es el peligro más significativo de ese proceso tan necesario, a saber, control absoluto de tus movimientos, de tus traslados, de tus lugares de ocio, de tus tiendas que visitas, etc. La digitalización acabará siendo ese Gran Hermano que predijo Huxley en 1932 en su novela “Brave New World”. Hemos de defendernos estableciendo la Carta de Derechos Digitales del mismo modo que se hizo en su momento la de los Derechos Analógicos y que nos costó tanto esfuerzo conseguir.