El mejor regalo

    08 ene 2020 / 09:00 H.
    Ver comentarios

    Durante estas últimas navidades Jaén ha estado muy bonita con su alumbrado navideño. Cerca de mi casa había instalado un paquete de regalo de Navidad luminoso, de grandes dimensiones. Una noche apareció arrastrado y destrozado por culpa de un vendaval; pero casi de inmediato fue repuesto y así ha estado el resto de las fiestas para disfrute de quienes no se han resistido a fotografiarse junto a él. Cada vez que volvía a casa y pasaba junto a este decorado navideño mi cabeza pensaba en los regalos de Navidad, el caso es que no visualizaba ninguno material pero sí que notaba el que es para mí el mejor regalo de cada día del año: mi familia. Los regalos materiales, que a todos nos gustan, son para disfrutarlos, el regalo de la familia es para gozarlo. He compartido por Facebook durante estos días la siguiente frase: “Creces y te das cuenta de que los regalos ya no están bajo el árbol, los regalos están a tu alrededor, desayunando contigo.” Es una gozada volver a casa para encontrarte con la familia; es una gozada estar fuera de casa y pensar en la familia; es una gozada escribir y sentirte apoyado por la familia. Se convierte así la familia en el centro de la vida, de donde uno se llena de alegría, ilusión, esperanza, gratitud y también, como no, de misericordia, porque no pensemos que toda vida familiar está exenta de dificultades. Al igual que le sucedió al paquete de Navidad luminoso, aparecen tormentas y vendavales que pueden hacer daño en la familia provocando dolor e incomprensión. Pero si el decorado navideño fue repuesto, mayores razones hay para recomponer corazones heridos que afectan a la vida conyugal y familiar. Importante es tener unos cimientos fuertes que resistan tormentas y vendavales; importante es tener herramientas que conviertan al matrimonio en un camino de riqueza constante; y no menos importante es reconocer errores para gozar del perdón, la reconciliación y poder así mejorar cada día. La comunicación fundamental, y también algo que he leído de Mario Benedetti: “Ojalá reconociéramos lo que tenemos con la misma facilidad que conocemos lo que nos falta”.

    Articulistas