El catalanismo ilegal

    04 jun 2017 / 11:43 H.

    Mi queridísimo don Antonio: Estará usted conmigo (supongo que también mi compañero Miguel), en que nos encontramos ante una sociedad en la que parece que, en los altos niveles del Estado, las ilegalidades pueden ser legales por el solo hecho de insistir y existir una y otra vez, con el consiguiente mal ejemplo que contagia al resto. Claro, cómo no, siempre que se lo permitan... Entonces, ¿cuál es la realidad? ¿quién es el culpable? ¿qué podemos hacer? Dice la hija de Francisca que culpables son los dos, el uno por pedir, y exigir, lo que está prohibido, y el otro, por no imponer todo el peso de la Ley sobre quien prevarica descaradamente contra la Administración y el Estado, provocando, así, a los mandos del Ejército y al mismo Rey, como su Capitán General que es, que, con la Constitución Española en la mano, tienen obligación de imponer la fuerza en caso de tentativa de secesión (que es donde se están moviendo), siempre que exista desobediencia a la autoridad judicial y esta no pueda hacer cumplir sus disposiciones. Dice, la hija de Francisca, que la solución sería tan sencilla como la de que “los algunos”, rebeldes a la unidad, cediesen ante “los muchos”, amantes de ella.