El bache que no cesa

    07 oct 2017 / 10:56 H.

    Si creían que iba a seguir con el asunto catalán, han pinchado. Lo que pienso del tema ya lo he dicho en las dos últimas columnas. Hoy quería comentar otro asunto de rabiosa actualidad, no por novedoso, sino por reiterativo y en aumento: el bache jaenero. Al paso que vamos lo tendremos que patentar, con denominación de origen y, por qué no, proponerlo como Patrimonio de la Humanidad, ¡ya puestos! En su momento aparecieron unos bordillos tipo Jaén. Las calles de esta ciudad se han convertido en un circuito puntero de mountain bike, digno de una competición internacional, que ayudaría a traer más turismo y a poner más terrazas, que estamos muy falticos de ellas. Mientras tanto, si coges el coche, tendrías que ponerte un collarín para evitar descoyuntamientos, si usas el autobús urbano, al loro, agárrate como puedas a lo que tengas a mano, que te puedes comer una ventanilla o al compañero de viaje, y si vas a pata, con cuatro ojos que estás en Trauma en dos coma dos. En fin, el “Jaén todo a Cien” en su máximo esplendor. Dice mi amigo Tony, que está muy viajado, que no conoce otra ciudad con tantas cuestas y tantos charcos al compás. Aserejé.