Economía colaborativa

Todos hemos recurrido alguna vez a nuestros familiares y conocidos para compartir los gastos de gasolina en un viaje, o para alojarnos en su habitación de invitados. Ahora, estas posibilidades han ampliado sus horizontes a través de todo tipo de plataformas virtuales, englobadas bajo un concepto que ha venido a llamarse “economía colaborativa”, la cual presenta un modelo de consumo más equilibrado y responsable. Para ello, solo es necesario registrarse en alguna de estas webs, cuya función principal es actuar como una especie de tablón de anuncios gigante en el que puedes encontrar aquello que buscas en cualquier parte del mundo. Así, previo pacto con el particular, tú recibes unos determinados servicios o bienes, a cambio de algún tipo de compensación o colaboración equitativa. Sin embargo, muchas de las empresas tradicionales —las cuales, parece que no terminan de adaptarse a los tiempos que corren—, las acusan de competencia desleal. Habrá que plantearse entonces hasta qué punto se puede legislar el hecho de compartir lo que tienes con otros semejantes.