Dolor desmedido

Una reflexión: ¿quiénes están dispuestos a vivir siendo conscientes de que seres humanos en este siglo XXI, están masacrando a sus congéneres ante sus propios ojos, y miran hacia otro lado? El apartheid judío tiene un origen, al igual que todos los desmanes que han quedado atrás como efemérides, en el dolor desmedido que se siembra con sangre y que aún le duele a la tierra. Visto lo visto, está claro que el dinero es la creación humana más poderosa, corrupta y denigrante que supera con creces a muchas otras semejantes en sus efectos secundarios, como la creación de armamento. Pero, las lecciones de las guerras no han sido aprendidas cuando se repiten las malas intenciones vengativas motivadas por la venganza. Miles de judíos, tras la Segunda Guerra Mundial hallaron calor humano en Palestina, y Gaza. Viajaron hacia dicha tierra buscando un hogar en barcos con pancartas que decían así: “Los alemanes destruyeron nuestras familias y hogares. Por favor no destruyan nuestras esperanzas”. Ahora, los descendientes de aquellos que fueron acogidos con humanidad en Palestina han demostrado que están muy faltos de valores matando a quienes le tendieron la mano. La humanidad debe de estar por encima de los límites.