Desterrar el conformismo

Hace pocas fechas un familiar puso una reclamación a la entidad pública Renfe-Operadora, indicando que “de manera habitual la empresa opera de forma deficiente en el trayecto Madrid-Jaén”. En ella indicaba la consabida asignación de andén en la estación de Chamartín casi en el mismo momento de la salida del tren, lo que provoca esas imágenes tan tercermundistas de jaeneros corriendo escaleras abajo, arrastrando maletas o tirando de un carro de bebé, no llegando en algunos casos a subir a tiempo. En la reclamación, y viendo el nulo resultado de anteriores quejas, solicitó la intervención del defensor del pueblo, quedando sorprendida por la rápida respuesta en la que se indicaba que iban a pedir información sobre el tema. En la década de los ochenta eliminaron un confortable tren que unía Madrid con Jaén, al que se le llamaba “el platanito”. La empresa responsable no recibió ni una sola queja. Ninguno pudimos perder un minuto en rellenar una reclamación y hacernos respetar. Si nosotros no nos defendemos, no esperemos que los demás lo hagan.