Dependientes

Siempre me ha parecido que las personas que atienden a los dependientes son un ejemplo de asistencia, tanto como profesionales como en el trato personal y humano que les dispensan. Extraña que este servicio se realice de lunes a viernes como si un mayor, enfermo, dependiente, lo fuera sólo atendiendo a horarios empresariales. Ahora nos la informa el Inserso, algo que nos hace entender cómo las comunidades autónomas reducen gastos en este apartado social: más de un año, 426 días de media, espera los dependientes para ser reconocidos como tales hasta tramitar el expediente. Cuántos habrán fenecido mientras esperan, habrán pasado periodos de miserias, inmovilidad, desatención, desafección. Y, el caso es que hay grandes profesionales en medicina, de enfermería, auxiliares y cuidadores. Pero no se contrata un número suficiente para atender, no solo a los mayores y dependientes, sino a cualquier persona que requiera cuidad médicos. Los vacíos de atención son cada vez más visibles. Las administraciones, ahorran en gastos y la realidad está tirando por tierra la considerada mejor cobertura social y sanitaria. Mientras tanto, nuestros dependientes sufren carencias irreversibles.