Cuentos Chinos Alcalaínos (X)

Volverán los recuerdos a esta mente confusa y olvidadiza, volverán las palabras a mi boca callada, volverán mis torpes pasos a dirigirse a algún lugar. Mi tercer brazo me da la mano para dictar una dirección, porque mis pensamientos volaron, volaron tan lejos, que se fueron para no volver. Ahora sí, el odio que tenía hacia alguien o alguna cosa, se fue con ellos y quedó en mi interior, una especie de tranquilidad y paz. Sin entender de Facebook, ni Bizum, me gusta el cara a cara, ver, oler, sentir y tocar a las personas con las que hablo. Mirarlas a los ojos y descubrir en sus ojos la alegría o quizás la tristeza. Todo lo que humanamente y socialmente nos une. El alzhéimer, acompañado del parkinson, llegó para quedarse, pero ahora nos hemos hecho buenos amigos, así que, en momentos de lucidez, aún puedo pensar más allá, pero entonces más me preocupo, mejor no pensar tanto y vivir en paz. Ahora para mí, es estresante presenciar una pelea, pues ni la entiendo ni la quiero entender porque la gente se dedica a odiarse, en lugar de amarse, muchos muros se construyeron a causa del odio, y muchos son también los que la paz derribó. Vivamos en paz con nosotros mismos, no esperemos a que alguien nos lo diga, cuando ya sea demasiado tarde, con un “descanse en paz”, entonces ya no seremos nadie.