Cuando su voz despierta
Cuando su voz despierta, amanecen los sueños, un leve velo..., vuela acariciando el aire. Cuando su voz despierta, despiertan todas aquellas emociones guardadas en un cofre dormidas. Viajan al corazón instalándose en medio de las almas que buscan percibir el armonioso paso de esos vocablos que emanan, sin saber, sensaciones azules. Que buscan un encuentro entre el silencio y la transparente voz con que se expresa.
Cuando llega se transforman suavemente los latidos, y aunque un susurro desvanece al mutismo que guardaban las horas; también se encienden versos apagados y surgen como si de un surtidor brotaran entre sílabas lentas. Cuando su voz emana compases diferentes, y se notan las notas que aparecen unidas en un solo de estrellas, imposibles de contar sobre un firmamento diferente, en el que la melodía se dibuja con símbolos de claves y silencios, y espacios donde se dejan conquistar los sonoros destellos de su magia que interpreta una escritura nueva. Cuerdas vibrando dulces, sonidos que despiertan...
Me quedo con el ritmo de tus cuerdas, donde se hacen realidad mis pasos, mi camino se hace mágico al escuchar tu voz, donde se despiertan mis sueños. Me quedo con el sonido agudo de esos toques que llenan mis versos, que nace al escuchar el dulce sentimiento que vuela, entre el amanecer que deshace su voz y la mano que ejecuta con maestría esos armoniosos y gratos compases.
Y cuando todos cumplen su misión en perfecta armonía para que puedas surgir despacio, levemente y se escuchen tus notas columpiarse en el aire como si mil aves alzaran el vuelo acompasadamente. Me gusta cuando llenas el vacío y rompes el silencio, cuando ocupas el todo y allí trocas la estridencia de voces, que, sin ningún orden, desafían al oído. Entonces directamente llegas tú, y todo lo calmas, apareces, y la dulzura se hace realidad en tus manos, y en las manos de aquellos que hacen posible que puedas existir. Porque sin ellos, sin todos ellos, no sería factible el deshacer tu rima, tu compás y disfrutar de todos tus tonos, tus agradables ritmos. Me quedo con la mirada suave que habita en la partitura que descompone tus sonidos y hace que mi rima pueda surgir de la fuente donde habitan las notas, la que gota a gota destilan mis versos.
