Continuidad discrepante

Julio ha ganado. Jaén ha hablado. Ha elegido confiar. Creer en el proyecto. Separar los escándalos nacionales, las compras de votos, los titos, las etas, las deudas, los violadores libres y los falcons. Las casas vendidas que se compran y los okupadas que no se alquilan. Jaén perdona las inauguraciones sin acabar y los asfaltados sin empezar. Las deudas eternas y los olvidos históricos. Nos quedamos con la cercanía, con la distancia corta, con el mandato opositor, con el día a día. Damos una (otra) oportunidad para que nos saquen del ostracismo, creyendo que la distopía discrepante funcionará, una vez más. Una vez más la creencia, no la determinación. Quizás puede que tal vez probablemente a lo mejor un línea recta entre gobierno central, autonómico y local, un día suponga que Jaén merezca más. Que Jaén exista. El PP y su proyecto joven, rompiendo con el pasado crece pero parece que no lo suficiente. Siguen lastrando las cosassss, que diría Mariano. Aquí seguiremos remando, los que aún persistimos, autónomos, empresas, currantes, funcionarios y aspirantes a, para lograr que de verdad seamos lo que somos y tengamos lo que, se supone, merecemos. Llega Junio. Sigue Julio.