Comer en el paraíso

    11 dic 2025 / 09:07 H.
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    Jaén como paraíso interior, junto a sus virtudes paisajísticas, monumentales y sus castillos y fortalezas que lo hacen objetivo prioritario del turismo, ha sabido añadir a tales encantos su propia gastronomía; no me refiero solo a la eclosión en la capital, en las ciudades patrimoniales y parques naturales sino también en otros pueblos. En Santiago de Calatrava, con menos de mil habitantes, el Pica-Pica es un restaurante de campanillas; David Velasco con toda sencillez hace a diario alta cocina de enjundia con materia prima de calidad y una gran carta; por destacar, los espárragos braseados en su crema con sardina ahumada, el tartar de atún o la pierna de choto. El Recreo, en Villargordo, de la familia Ramírez, ofrece una cocina tradicional muy bien elaborada en su naturalidad con toques imaginativos; los platos de cuchara cocidos a baja temperatura, con sosiego, son memorables, junto al creativo trampantojo de foie con aspecto de aceituna gordal. Estos bellos pueblos olivareros, sin excesivo acicate turístico, merecen ser visitados con la certeza de que el desplazamiento merece la pena con la garantía de que sus fogones y el servicio sencillo y eficaz no defraudan; comerán bien.

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