Colmados y rasos
Según un reciente sondeo de la Comisión Europea, una parte importante de la ciudadanía considera que las tecnologías digitales influyen favorablemente en el mercado de trabajo, la economía y la calidad de vida. Asimismo, se muestran a favor de la integración de la IA y los robots en el ámbito laboral, y reconocen su potencial para mejorar la productividad. No obstante, resaltan la necesidad de gestionar con cautela el uso de la IA para proteger la privacidad en el entorno laboral. Todo ello sugiere que la estructura y la organización del trabajo experimentarán una transformación considerable. Se espera que aumenten los empleos en sectores como la sanidad y los servicios sociales, las tecnologías y el ocio, mientras que se anticipa una reducción en la banca, los seguros, la industria y la agricultura. En consecuencia, la creatividad, la resolución de problemas complejos y la flexibilidad de pensamiento serán competencias clave en los procesos de contratación. Todo ello nos augura un mercado laboral dividido, con trabajos muy especializados y bien pagados, pero también con un aumento de empleos rasos y condiciones laborales precarias, lo que conducirá a un retroceso sociodemocrático.