Voy a imaginar

Encuestas, propuestas, campañas, migrañas, escaños, ciudadanos, votos y otros remotos. La inestabilidad política “por fin” se resolverá, ejerceremos nuestro derecho a voto, y el elegido será: “El salvador del país”. Esta semana todo quedará resuelto, y los autónomos asfixiados de impuestos, los trabajadores con jornadas infinitas, los que por más que buscan no hayan trabajo, podrán descansar tranquilos gracias a nuestro derecho a equivocarnos una y otra vez, como ovejas al matadero. Ahora cerremos los ojos, ya es 11 de noviembre, imaginemos que podemos levantarnos, dando gracias a Dios porque vivimos, con ilusión por ir a trabajar o quedarnos en casa, que decididamente queramos mejorar aquello que nos rodea, empezando por nosotros mismos, para que donde haya ofensa yo pueda poner perdón, para que donde encuentre discordia ponga unión, donde haya mentira yo me empeñe en la verdad, y si hay desesperación hable yo de esperanza, y si alguien está triste yo quiera consolarlo, o donde se me pida comprensión la dé yo a raudales. Ojalá llegase el día en que los corazones de todos se enternezcan tanto que nadie que lo necesite quede sin el amparo de nadie. Voy a imaginar un futuro para España.