Celebración hortera

Una celebración es una eufórica manifestación espontánea y no racional por la obtención de algún tipo de logro. En este caso es un logro deportivo, obtenido por la selección femenina de fútbol, y la celebración del presidente de la Federación Luis Rubiales. Jenni Hermoso, en un arrebato de euforia, fue besada (¿un piquito?) en la boca por el presidente; poco después hizo otra tocándose sus genitales; así lo reconoce él mismo: “Me emocioné muchísimo, hasta el punto de perder el control, en el que en el primer momento me miraste al palco y me dedicaste la victoria y te hice la señal de ‘olé tus huevos’. De nuevo tengo que pedir disculpas a la Casa Real, a la reina y a la infanta. Es un hecho poco edificante. Mi más sinceras disculpas. No me justifico”. Podríamos aplicar aquel dicho de dime cómo lo celebras y te diré quien eres. Rubiales es un hortera mayúsculo y un hortera no debe presidir ningún órgano federativo para evitar que haga horteradas. Y Rubiales se doctoró ese día haciéndolas. De ahí que sus actos puedan parecer delictivos penales y por el beso a Jenni ha sido condenado. Advirtamos que ser hortera no es un delito penal pero sí social y, tal vez, moral. Su celebración fue hortera. Y de los horteras debemos protegernos.