Carnaval todo el año

    11 feb 2016 / 09:46 H.

    El tiempo de carnaval es el de disfrazarse o el de ponerse una máscara. Un periodo corto en el que nos podemos y podemos mentir. En realidad, en carnaval no es que nos pongamos las caretas, es que nos las quitamos, porque es cuando algunos y algunas se atreven a hacerlo sin pudor ni remordimiento, así que por un breve tiempo y con descaro y sin complejos se travisten de sus otros yos, y van tan cómodos por la vida breve del carnaval. Pero hay quien a lo largo de todo un año, de toda su vida, va disfrazado y no quiere reconocerlo. Alguien se pretende Che Guevara porque siempre lleva calada una boina con la estrella roja, otro va y dejándose pelo largo y larga barba pretende ser la reencarnación del mismo Cristo Jesús, alguno cree que por ponerse gafas de luneta circular ya es un insigne de la intelectualidad del izquierdismo más clásico, que ni Gramsci redivivo, periodista quien no sabe escribir. No recuerdan aquel dicho “el hábito no hace al monje”. Profesionales del disfraz permanente. Aunque a veces se logra acceder a la verdad y advertir que el rey va en realidad desnudo.