Buena base

03 jun 2019 / 09:45 H.

Yo soy de los convencidos de que la buena educación debe empezar a tomarse casi desde que se empieza a tomar el biberón. Las cosas que se aprenden de pequeños tienen mucha influencia en la memoria del ser humano. Por eso la primera fuente de educación debe ser la familia. Luego, la escuela y, cuando se tiene una buena base, se aprende mucho en esa otra escuela universal que es la vida. Creo que una persona bien educada tiene ganado el respeto de las gentes. Todo esto lo digo refiriéndome a una educación básica general para todos. Luego está la otra educación, que se conoce como formación, cuando hablamos de lo profesional, que es transcendental para el futuro de las personas. Y esta parcela, además de la voluntad y esfuerzo particular de cada quien, hay que tener la suerte de encontrar a los profesores más idóneo, más preparados y comprometidos con su importante ministerio.

Recuerdo una anécdota que me contó el que fue famoso entrenador Otto Bumbel, tomando un café en el desaparecido Montemar. Un niño, que estaba empezando a jugar al fútbol, no cesaba de pedirle a su padre cada día y a cada hora, que le comprara unas botas de fútbol. El padre se disculpaba diciendo que la economía de la casa no se lo permitía. Pasados algunos meses, el padre cobró un dinero extra y le dijo a su hijo que ya por fin le iba a comprar las botas. El niño le miró y le dijo: “Gracias, papá, pero ya no necesito las botas”. El padre muy sorprendido le preguntó por qué. Y el chaval le explicó que ahora quería que le comprara una muleta. “Verás, papá, es que ahora el entrenador que tenemos es cojo y coge la muleta y nos dice, “mirad cómo se le debe pegar al balón” y clava la pelota en la red”. Siempre he dicho que en esto del fútbol los mejores profesores, entrenadores y técnicos deben tenerlos los niños cuando empiezan y no cuando están ya en categoría nacional arrastrando los defectos contraídos en el aprendizaje. Y viene todo esto, porque he leído que Carlos Terrazas, un buen entrenador que dirigió al Real Jaén durante dos temporadas, se ha hecho cargo de la dirección y preparación del Hogar Alcarreño, un club de una escuela de fútbol base que milita en la Regional Preferente en Guadalajara. Los chavales de ese club van a tener un buen maestro, porque el técnico bilbaíno, de 57 años, tiene la experiencia y conocimientos suficientes para formar adecuadamente a sus pupilos.