Baloncesto y feedback

    22 nov 2021 / 17:14 H.
    Ver comentarios

    Hace unos días, tuve la oportunidad de asistir a un par de partidos de baloncesto que tanto chicas como chicos jóvenes, pertenecientes a los equipos de las categorías base del Club Baloncesto Jaén, disputaban en nuestra capital. Además de disfrutar de un maravilloso deporte que me apasiona, tuve la fortuna de asistir a dos de los mejores momentos de management experimentados durante este 2021. Hago referencia, a la satisfacción que me produjo el comprobar cómo dos jóvenes entrenadores, realizaban durante ambos partidos una labor en la que ponían de manifiesto que el entrenador de las primeras etapas de iniciación debe ser fundamentalmente un educador. Tuve ocasión de comprobar cómo mostraban alta capacidad para tener paciencia, además de saber motivarles, utilizando el juego como medio de enseñanza, dándoles confianza y siendo positivos y coherentes. Se notaba que tenían especial interés en que los jugadores experimentasen el baloncesto como un juego, sin dejar a un lado aspectos como la disciplina, el sacrificio y el trabajo. Pero de entre todas esas situaciones, la que más valoré fue el continuo feedback que esos jóvenes entrenadores daban a sus pupilos, tras cada acción a título individual, en cada tiempo muerto, durante el descanso, de manera aislada en el banquillo. Un feedback que era en ocasiones positivo sobre el desempeño y en otras negativo, sobre algunas actitudes. Y fue la situación que más valoré, porque es precisamente y también, de las más escasas de entre las herramientas de gestión, al alcance de los directivos, jefes y o dueños de las empresas hoy en día.

    El feedback es una herramienta para elevar el nivel de consciencia de nuestros colaboradores respecto a la consecución de los resultados esperados. El objetivo no es intercambiar consejos, ni debe ser tampoco hacer la pelota ni criticar. La clave está en reconocer y motivar. Son muchos los empleados que jamás reciben información por parte de sus superiores jerárquicos, más allá de las reuniones periódicas de seguimiento y evaluación de resultados corporativos. Y lo que el nuevo modelo de liderazgo está demandando, al estilo del que tuve oportunidad de comprobar, ejercen los entrenadores de las categorías inferiores del C.B Jaén, —al que desde este humilde artículo de opinión felicito por su proyecto— es el ejercicio por parte del directivo, de su rol de guía y gestor de los recursos atendiendo a su finalidad y a los resultados pretendidos por la empresa.

    Dar y recibir feedback es una de las mejores herramientas que tenemos a nuestro alcance. No cuesta dinero, sólo tiempo y dedicación a nuestros colaboradores desde el convencimiento de que es la mejor vía que tenemos para aprender y mejorar. Bien utilizado nos va a dar la oportunidad de dar información precisa al interesado sobre lo que se debe continuar haciendo, porque se hace bien y produce resultados satisfactorios (feedback positivo), y lo que se debe cambiar porque no se hace bien o produce resultados adversos (feedback negativo). Nadie dijo que liderar fuera fácil. Los que hemos tenido la suerte de poder dirigir equipos y proyectos profesionales, hemos aprendido que unas veces es agradable y otras no tanto; pero el buen líder no está para hacer amigos, ni tampoco para tratar de alcanzar los objetivos a costa de la desmotivación de sus colaboradores. La gran habilidad de un buen directivo está en lograr los objetivos y obtener los resultados que hacen que cumplamos con nuestro propósito como equipo y como organización y en la capacidad de dar un feedback negativo, sin que la otra parte se sienta ofendida ni agredida, y como consecuencia, se produzca el cambio que buscábamos. Si algo nos siguen enseñando las formas de hacer de siempre, es que el aprendizaje lo seguimos encontrando en la observación de los comportamientos más frecuentes de nuestro día a día. En ocasiones disfrutar de un partido de basket de unos chavales te recuerda que, del empleo de este tipo de herramientas tan simples, depende el rendimiento del equipo, las relaciones entre sus miembros y la prosperidad de la empresa.

    Articulistas