Aquellos veranos
La pandemia de la covid nos ha traído enseñanzas de las que poco caso hacemos. Una de ellas es que lo mejor es quedarse en casa durante las vacaciones estivales. Sale más barato e higiénico.
En mi memoria están aquellos estíos maravillosos de mi infancia y juventud en los que la inmensa mayoría de la población española permanecíamos cada cual en su pueblo o ciudad de residencia o nacimiento, aprovechando cada uno de sus días cual si fuesen joyas preciadas, que lo eran. Y terminábamos descansadísimos...
Pero como nos dejamos convencer por la interesada publicidad de que era hortera y obsoleto no veranear fuera de casa, en el monte o en la playa... Primero de todo quisieron que hiciésemos turismo nacional hasta que nos urgieron a viajar al extranjero, que molaba más, y poder fardar ante amistades y familiares, cual si se fuese de una clase social más refinada.
Hasta que la edad y la covid te hacen caer en la cuenta de que entonces éramos más agraciados que ahora con tantas falsas ínfulas de grandeza.