¡Anda que tú!

21 nov 2019 / 09:24 H.
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Me gustaría que hubiese noticias positivas, constructivas, buenas y esperanzadoras para el bienestar general de la ciudadanía. Noticias que poder comentar con ilusión, con esperanza. Y es verdad que cada día hay alguien que intenta hacer algo bueno por la sociedad pero el volumen de los que intentan desestabilizar, destruir y saltarse toda norma para su interés personal, es tan superior que la bondad de unos pocos queda ignorada. La sociedad —pese al esfuerzo de unos pocos— se está empobreciendo de valores y cada día hay más acosadores, más violadores, más timadores, más ladrones y, no hay que olvidar, demasiados políticos que se pasan las leyes bajo las axilas. Y son precisamente éstos, los políticos, porque son los llamados a restablecer el orden y la igualdad, quienes más lejos están de conseguirlo. Tras conocerse las sentencias de los implicados en los ERE, sería momento de que se viesen gestos de pesar, de reproche, de vergüenza, al comprobar que, un grupo de políticos del PSOE, de la Junta de Andalucía, ha malversado casi 700 millones de euros, que han robado a los andaluces. Sánchez llegó a ser presidente en funciones porque el PP se vio obligado a pagar las consecuencias de su corrupción. Ahora, es el partido de Sánchez el acusado y sentenciado por el mismo motivo, y Sánchez calla y sigue. Ya no vale aquello del “¡Y tú más!, de pelea de colegios. El problema de credibilidad en los políticos es muy serio, grave, diría yo, y el margen de aguante se va agotando, máxime cuando se comprueba que hay políticos, como Sánchez, que ignoran que para mentir hay que tener memoria. Ahora la urgencia es volver a buscar excusas y se dice que Sánchez no era nadie significado en el partido socialista cuando ese delito se pensó y consumó. Pero es ese partido quien sostiene a Sánchez y éste quien representa al partido. Y socialistas muy relevantes en la política española como Manuel Chaves, José Antonio Griñán, Magdalena Álvarez y otros más han sido condenados con distintas penas. Para el ciudadano la sentencia ha sido justa, y aún queda más tela que cortar. La pena es que en lugar de cortar más tela lo que ya se impone cortar es esta inclinación de los políticos a sacar beneficio particular de algo que es de todos los españoles. Hay tanta hipocresía que hasta a Pablo Iglesias la corrupción del PSOE le resulta más simpática que la del PP.

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