Algo que sirva como luz

El pasado 14 de agosto se cumplieron nueve años de aquel fatídico accidente de coche en el que las vidas de José, Jaime, Juan Carlos y Pope sufrieron un giro inesperado justo cuando estaban cerca de su querida Baeza a su regreso de un concierto. Aunque no hubo víctimas mortales, fueron muy graves las consecuencias que atravesó —y sigue atravesando— el grupo musical Supersubmarina, tanto físicas como emocionales. Con todos los éxitos que aún les quedaban por recoger, la tragedia truncó su carrera. Desde entonces, la banda no ha vuelto a subirse junta a un escenario. Sin embargo, sus canciones siguen sonando gracias a otros grandes artistas, a documentales televisivos y al libro de Fernando Navarro, cuyo título da nombre a estas líneas, que nos adentra en sus sentimientos tras una delicada labor periodística que rompe el silencio. Y en Huelma, también agosto ha recordado y ha convertido ese silencio en viento de cara, en dudas infinitas o en arena y sal. Supersubmarina ha sonado para buscar algo que nos sirva como luz entre tanta sinrazón, para recuperar el alma que a veces está en el aire, para seguir esperando señales que arrojen calma. Agosto se despide, no nos faltemos.