Al son del Espíritu

Una frase: “La palabra es importante, pero también lo es la acción. Las personas observan incluso aunque no digamos nada. Hay varios vídeos en redes sociales donde se muestra cómo los hijos actúan exactamente igual que sus progenitores, a pesar de no haberles dicho nada. No somos del todo conscientes del testimonio que podemos dar aún sin palabras.” Es un párrafo que extraigo del libro titulado “Al son del Espíritu”, escrito por Paula Vega. El verano invita a la lectura y si con ella nos enriquecemos y fortalecemos por dentro, genial. Es lo que ha conseguido este libro en mí que recientemente he terminado de leer y que, sin duda, recomiendo. Su autora, esposa, estudiante de teología y misionera digital, evangeliza en redes sociales bajo el perfil de “@llamameyumi”, donde comparte reflexiones sobre la vida en clave de fe, y que igualmente recomiendo su seguimiento, ya que sus palabras siempre interpelan y sorprenden para descubrir aquello que necesitamos para vivir una vida más auténtica y luminosa. El texto que he transcrito anteriormente no es por casualidad, Paula es ejemplo vivo de lucha, búsqueda, constancia, tesón, fuerza, superación, acogida, comprensión, que, aunque no diga nada, si la observas, su acción te transmite muchas cosas bonitas. La vida de Paula Vega es puro testimonio de todas esas cosas preciosas que ha ido descubriendo y que no se guarda para sí, su generosidad le lleva a transmitir y compartir todo lo que ha escrito en las páginas de este libro, que para muchas personas será un empuje en su vida espiritual. Prueba de ello es este otro párrafo que dice así: “Aprendí muchas cosas, pero sobre todo aprendí del amor. El amor que limpia al otro, sin un ápice de duda. El amor que alimenta y da de beber. El amor que sonríe, a pesar del dolor. El amor que ve la miseria humana del otro y aun así ama todavía más. El amor que no suelta la mano, que no deja de abrazar, y que el único sonido que emite es el de los besos y los “te quiero”. El amor que entiende con solo mirar, porque no hace falta más”. Este libro está lleno de amor
y de Dios. “Sin Dios estamos perdidos”.