Ahora más que nunca todas

09 mar 2023 / 19:38 H.
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Desde hace unos cuantos años, cada 8 de marzo se ha impuesto en el calendario como una fecha fundamental. Una fiesta pero también un recordatorio de todo lo que queda por hacer por la igualdad. No se trata sólo de las mujeres, ojo, sino de lucha colectiva. El Ejecutivo va a poner en marcha una nueva ley sobre paridad en la política y la empresa privada. Lo que hace pocas décadas se habría pensado como una quimera, ahora lo realizará un gobierno socialista. Feijóo declara que lo que hace Sánchez es lo normal, pero no es verdad, porque en los gobiernos conservadores no sólo no se ha avanzado ni un milímetro en materia de igualdad o derechos sociales, sino que incluso se ha retrocedido. Y más ahora, con la sombra de Vox planeando. El PP se dedica siempre a malversar el capital social que había atesorado con tanto esmero la izquierda, y luego encima tiene la desfachatez de ir criticando, ¡habrase visto tanta jeta! ¿Argumentarán que es una cuestión de perspectiva? Pongamos por caso el asunto del control de la inflación. Recordarán ustedes que hace unos meses Yolanda Díaz propuso limitar la subida de precios para la cesta básica. Rápidamente saltaron las alarmas neoliberales y se pusieron en marcha las baterías del no intervencionismo, cacareando que iban a llegar los planes quinquenales, los gulags y el estalinismo a la economía española. La planificación que propuso la vicepresidenta no podía ser más sensata y oportuna pero, viniendo del sector que viene, ya nos imaginamos que no iba a tener otra respuesta por parte de los de siempre, los cuales están haciendo su agosto con la inflación, incrementando exponencialmente sus beneficios. Los precios suben de manera desproporcionada a como suben los salarios. Al final todo cuesta más y tu dinero no vale nada. Eso es lo que está pasando en Occidente, si bien en países en vías de desarrollo es uno de los problemas habituales desde la crisis del petróleo de los 70. A lo que voy, y es algo que apenas se ha comentado en las noticias y en prensa, es que el gobierno liberal francés de Macron ha firmado un acuerdo para controlar la inflación de la cesta de la compra con las grandes distribuidoras de productos e hipermercados,. ¿Un gobierno liberal con políticas intervencionistas? Pues como lo oyen. Sí, sí, en Francia, esa nación que abanderó en los años 60 la revolución cultural europea, podría decirse del mundo, donde las mujeres lucharon enconadamente por la igualdad... Allí nadie se sorprende y esas son las medidas que una vez más podemos observar en nuestros vecinos, ejemplo de estado con protección social, mientras que aquí estamos al rebufo de las patochadas y ocurrencias de Ayuso —la Trump castiza, la Bolsonaro madrileña—, que parece que sabe mucho de todo, con su lenguaje descarado. Eso es Francia y esto es la España de los complejos, con una derecha que no sabe ni cuál es su mano izquierda, dominada por la Iglesia católica, la reacción más ultramontana, y controlada por gente inculta, embrutecida y sin escrúpulos, desalmados y burlones, incapaces de repensar el mundo y la situación por la que atraviesa. En este clima de miopía vivimos. Y en este caldo de adversidades navegan los derechos sociales, la dignidad de un país y sus ciudadanos; en especial las reivindicaciones de las mujeres, que somos todas y todos. Hoy más que nunca necesitamos subrayar todas.

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