Agosto nocturno en Jaén

    11 ago 2021 / 16:16 H.
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    C on las altas temperaturas del verano, cualquier vestigio apreciado el año pasado, de aumento del turismo, en nuestra ciudad, desaparece por completo. Y en pleno mes de agosto, ya ni te cuento. No es sólo el termómetro el que manda en la oferta turística, sino, además, el cierre vacacional de gran número de comercios y locales dedicados a la hostelería, con lo cual, la variedad de establecimientos a los que acudir en estos días, se reduce en número muy considerable. Los colegios cerraron y los padres adaptan sus horarios y vacaciones a las de sus hijos, debiendo hacer malabarismos para cuadrar los turnos vacacionales de ambos progenitores. La universidad cierra por tres semanas, debiendo postergarse cualquier gestión universitaria, tras su apertura. Los asuntos judiciales se reducen enormemente, ya que tan sólo los penales urgentes tendrán viabilidad. Los mercados de abastos, San Francisco y Peñamefécit, encuentran cerrados la mitad de sus puestos. Los despachos de abogados, las consultas médicas, las clínicas odontológicas y los establecimientos de autónomos dedicados a peluquerías, estética, carpinterías, y una larga lista de trabajos, se encuentran, en gran parte, cerrados. La mayor parte de los jiennenses se han dado unos días de alivio y han marchado a los campos y a las playas. Y, aún así, y como consecuencia de esa disminución de la población jaenera y del cierre de muchos de sus locales de alterne, propicia que los negocios que permanecen abiertos en horario nocturno, cobren vida en cuanto que desaparece el sol, y que entorno a los que permanecen abiertos, se aglutinen quienes no han podido o no han querido irse en agosto, y la verdad es que se crea un ambiente familiar, íntimo y cercano, que tiene gran encanto, que, por alguna razón, crea un lazo de unión entre quienes coinciden en mesas contiguas. La mayor parte de los jiennenses se han dado unos días de alivio y han marchado a los campos y a las playas.

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