ADN Social

El pasado jueves la Fundación Amancio Ortega adquirió un compromiso con la Junta de Andalucía para la adquisición de 25 aceleradores lineales para radioterapia oncológica que se incorporarán al sistema público de salud en las ocho provincias de Andalucía. Este convenio, que sin lugar a dudas va a aportar innovación y tecnología a nuestros hospitales públicos, no ha pasado desapercibido ante la opinión pública. Días después tuve la oportunidad de ser testigo de una aseveración del tipo: “el dueño de Zara le ha soltao 40 kilos a la Junta, ya le vale. Con to lo que gana, pocos son y además lo hace pa limpiar su imagen desde lo del cumpleaños que le preparó la hija, que tampoco anda esa malamente”. Y digo “oportunidad” porque la misma me hizo reflexionar sobre el gen social que tienen o deberían tener las empresas de nuestra tierra, ya que la acción social es una de las materias esenciales con las que se construirá el marketing del siglo XXI. Yo tengo la suerte de tratar cada día de ser útil con mi trabajo, a una de ellas y me complace conocer cómo cada vez son más, las compañías que en nuestra provincia se están sumando a la estrategia del marketing de causas (cause marketing) que consiste en utilizar las capacidades de las empresas para generar cambios de actitud y comportamiento en el consumidor respecto a una causa. Lástima que aún existen en Jaén muchas organizaciones, pymes o autónomos de éxito que ni se lo plantean y algunas más que siguen confundidas, porque esto no va exclusivamente de extender cheques filantrópicos, sino de definir una estrategia alineada con el negocio, además ni que decir tiene, de medir su impacto. Porque no se trata de generar sólo valor social, es necesario (le pese a quien le pese) que el valor sea también económico. Nuestras empresas debieran dejar de pensar en estas acciones como una moda al alcance de unos pocos, para convertirlas en práctica habitual integrada en su actividad diaria, con el objetivo de devolver a la sociedad parte de lo que ésta les está dando.