Acosados y acosadores

    27 feb 2017 / 11:19 H.

    Hay una palabra que actualmente protagoniza titulares en los medios de comunicación: Acoso. Comenzaremos por el acoso escolar. Cifras y porcentajes que asustan. Niños insultados, despreciados por no ser tan agraciados físicamente como otros, o, lo más grave, porque son más estudiosos y más brillantes que los demás. ¡Pena de sociedad si no valora a las personas por su capacidad, su honestidad, su trabajo y su esfuerzo! No es bueno minimizar los problemas de falta de respeto y de disciplina en las aulas. Hay otros acosos. Velados, sutiles, hirientes, de graves consecuencias psicológicas para quienes los padecen. El acoso laboral y profesional, que se practica con la finalidad de escalar y ganar más. El acoso emocional, preámbulo del abuso sexual. El acoso político al que, eufemísticamente, denominaron “escrache”. Y otros muchos, que pueden incluso catalogarse de delictivos y que atormentan a diario a anónimos ciudadanos. Acosadores y acosados en una sociedad en la que todos presumimos de defender la dignidad del individuo, pero donde paradójicamente a quien denuncia un acoso se le margina, se le silencia o se le acosa.