A vueltas con España

    24 feb 2018 / 11:21 H.

    Como si no tuviéramos bastante con el ruinazo corrupto in crescendo que no nos deja ni respirar, aparece Marta Sánchez para distraernos más. La competencia feroz entre las derechas españolas es un terreno abonado y fértil para himnos y banderas. Según creo, sólo Kosovo, San Marino y Bosnia y Herzegovina, junto a nosotros, no tienen letra en sus himnos. En algo teníamos que ser punteros. Pero nones, han rebrincado el patio con el coñazo de la letra del himno, y en esas estamos. Parece que olvidamos que las letras de los himnos son supremacistas y xenófobas, que hablan de vencedores y vencidos, de buenos y malos: “Venid españoles, al grito acudid, Dios salve a la Reina, Dios salve al país” de Ventura de la Vega en 1843. El intento carlista de la Marcha Otamendi, no se queda atrás: “Guerra al perjuro traidor y masón, que con su aliento impuro hunde la nación”. “Alzad los brazos, los yugos y las flechas...” de Pemán en 1928. Lo que está claro es que vivimos una contrarreforma y el auge del himno es un símbolo, un síntoma más. A falta de presupuestos, himnos por un tubo. Si quieren triunfar, que se dejen de chominás y le encarguen la letra a Georgie Dann.