Bernardo Haya se proclama ganador de la final de tarantas

El pequeño Juan María Guzmán consigue el galardón de jóvenes cantaores

22 ago 2016 / 13:30 H.

El noble arte flamenco, en general, y el cante minero de la taranta, en particular, se encumbraron sobre las tablas del representativo Teatro Cervantes, en la gran fase final de la quincuagésimo segunda edición del Concurso Nacional de Tarantas “Ciudad de Linares”. Un certamen que, este año, hizo honor, de nuevo, al prestigio del que goza en el panorama cultural y artístico nacional. Y es que los seis aspirantes que midieron sus voces ante el público linarense se lo pusieron difícil, con sus respectivas actuaciones, a los miembros del jurado calificador. Sin embargo, el fallo del mismo determinó que el ganador de la modalidad de tarantas fuese el cantaor cordobés Bernardo Haya Morales, procedente de Cañete de las Torres.

La noche flamenca arrancaba con la presentación realizada por la locutora linarense África Martínez y la posterior actuación de los dos aspirantes al Premio “Fernando Medina” para Jóvenes Cantaores. Este galardón, dotado con 800 euros, pretende incentivar la participación activa de nuevas promesas del cante jondo en el concurso. José Muñoz Espinar, de Córdoba, y Juan María Guzmán Planas, de Bailén, interpretaron bellas tarantas, sin embargo, fue el pequeño cantaor bailenense, conocido por reciente paso por el programa televisivo “La Voz Kids”, quien se alzó con el premio. Su actuación puso en pie al “Cervantes”.

Tras esto, comenzó la fase final de tarantas propiamente dicha, en la que participaron Jesús León Márquez (El Viso del Alcor), Filomena Auñón Proy (Madrid), Antonio Ortega Jiménez (Mairena del Alcor), Alfonso León Carvajal (Adamuz), Bernardo Haya Morales (Cañete de las Torres) y Belén Vega Rus (Linares). Seis cantaores que deleitaron al respetable con sus respectivas tarantas y dejaron pinceladas y detalles de calidad en algunos instantes, razón por la que los numerosos aficionados que poblaron las butacas del teatro reconocieron, con sonoros aplausos y vítores, la labor ejecutada.

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