Vuelta al Medievo para revivir el Pacto de Jaén

Unas justas y los bailes árabes por la zona del mercado, dos de las actividades que hacen regresar al año 1246

19 jun 2016 / 11:09 H.

Año 1246. Fecha clave para la capital. Hace justo 770 años, se firmó el Pacto de Jaén, un acuerdo entre el monarca de Castilla, Fernando III, y el primer rey nazarí de Granada, Alhamar, por el que se fijó la frontera entre ambos reinos. La ciudad retrocedió, este fin de semana, en el tiempo. Volvió al Medievo para rememorar un acontecimiento clave. Y los jiennenses, además de aprender una parte de su historia, se divirtieron con las múltiples actividades propuestas por la empresa Guielandus Dagda.

Una de las iniciativas incluidas dentro de esta recreación histórica fueron unas justas que se libraron en la Plaza de Santa María. Junto a la Catedral, ante cientos de personas, se celebraron unos torneos de caballos en los que combatieron dos jiennenses, Don Ramón y Don Lorenzo, contra dos moros, Vladimir y Argail. Hubo carreras de cintas, jabalinas e, incluso, intervinieron las espadas. No faltaron las caídas, las roturas de lanza, las carreras a gran velocidad y otras pruebas de habilidad entre los enemigos. También se contó con un juez de paz, que estuvo atento al conflicto Cerca, en uno de los laterales de la Catedral, el público pudo contemplar algunos de los elementos utilizados para la tortura en la época del Medievo, como la guillotina, la silla de interrogatorios, la luna de judas, el aplastapulgares, la cigüeña y las uñas de gato.

Otro lugar muy concurrido fue el mercado medieval, en las calles San Clemente, Pescadería y la Plaza de la Constitución. Los ciudadanos pasearon y realizaron compras diversas en la multitud de puestos instalados, de ámbitos tan diversos como artesanía, piel, venta de dulces tradicionales o artículos relacionados con el esoterismo. Lo mismo se podía acudir a una lectura de la mano que a comprar complementos de joyería o degustar unas almendras garrapiñadas. Asimismo, el mercado se vio ambientado con música y bailes árabes, a la vez que hubo propuestas como desfiles de seres mitológicos y espectáculos de fuego.